lunes, 9 de junio de 2014

Seres y Entes que te puedes encontrar en un recorrido de bosque

Tras ya unos cuántos años pateando montes con el arco a cuestas hemos realizado, tras deliberar y consultar a otros compañeros de armas con experiencia, una clasificación de los especímenes que suelen conformar las distintas tiradas:

El guay: generalmente es un tío que está de vuelta de todo, que todo lo toma con humor y optimismo. Va a disfrutar, entiende que es un deporte para pasar el rato y que los que estamos por allí somos colegas de armas, a menudo es una persona a la que le da igual de lo que quede con tal de estar con sus amigos pasando un día de arco y monte. Muy buen compañero de patrulla. La inmensa mayoría de los que participan en las pruebas.



El revirado: anda de mala hostia pero porque es así, si le tocas las bolas te pone fino, no disfruta en la tirada pero porque no disfruta de casi nada en la vida. Mal encarado si te cae en la patrulla te puede dar la tirada. Lo mejor es contraatacar con mucho humor, risas y dientes porque le joooode mucho. Nadie sabe a ciencia cierta por qué está siempre hecho un energúmeno, hay teorías sobre la insuficiente talla del gallumbo, pero no están contrastadas. 



El fiestas: a ese le da lo mismo tirar que no tirar, este individuo va de fiestón, de happy-barry. Le da por culo todo, es un buen compañero de patrulla, te vas a reir un montón, eso sí...como tengas previsto ir a competir...pésimo. La concentración es casi imposible, vas a estar todo el rato descojonándote de la risa. Te llevarás generalmente un buen recuerdo de la tirada aunque una puntuación...de riiiisa.



El competitivo-guay: va a ganar, pero lo va a hacer finamente y por lo legal. Estará concentrado, será estricto puntuando pero generoso con los demás. Es un buen compañero de patrulla aunque si vas en modo fiesta te puede parecer algo coñazo. Si vas a dar caña es lo mejor que te puede tocar de compañero de sufrimiento, porque tirará de ti y tú de él. 



El competitivo-chungo: va a ganar, pero realmente no tiene escrúpulos en hacerlo por lo civil o lo criminal, si tiene que hacer trampas las hace. Generalmente se le conoce en los ambientes como "el gilipollas ese". Carácter despótico, nadie quiere ir en su patrulla. Está condenado a pasar malos momentos, porque no entiende que por muy bueno que uno sea otro vendrá y te enculará, es cuestión de tiempo. Parece no tener vida más allá del tiro con arco. Ganar o perder condicionará que esté unos días salido como un "can-en-celo" o enseñando dientes como un "can-rabudo".



El sapo: individuo aparentemente cabal y divertido. Sus poderosos ojos están todo el tiempo escudriñando todos los aspectos de la prueba, las distancias de tiro, estado de las dianas, calidad del picoteo, reparto de agua, estado de los baños, etc. Su labor no es constructiva, lo mira buscando motivos para quejarse. Normalmente son personas que nunca organizaron ni tienen intención de organizar una tirada, para qué, es más divertido criticar, eso sí, no tienen ni puta idea del curre que da hacer algo así. Los sapos suelen agruparse tras las tiradas para deliberar, en base a su enorme "sapiencia" sobre todo lo que ellos cambiarían, eso sí, raramente lo cambian porque currar no es lo suyo. Normalmente se "empapan" en normativa variada para justificar sus "siempre inteligentes" observaciones. Personalmente es el tipo de ser que más repugnancia me genera. 



El enterao: personalidad parecida al sapo aunque con el matiz de que sí organiza eventos. Generalmente su criterio varía según quien sea el evaluado, suele ser muy generoso consigo mismo y muy estricto con los demás. Personalmente doy algo más de validez a su criterio porque al menos sabes que sabe de lo que está hablando. Disfruta cuando contempla algún error o fallo porque sabe que eso le dará la posibilidad de mostrar su gran conocimiento. 




El que sabe: entiende de qué va el rollo, ha montado recorridos, sabe los peros que uno suele encontrar, sabe que a veces las autoridades se inmiscuyen en el diseño y limitan el mismo, si te dice algo lo hará con educación e intentando no ofender, su finalidad es ayudarte y si se lo pides no lo hará sólo con palabras, no dudará en echar una mano. Ideal como compañero.


En las tiradas suele haber una inmensa mayoría de "guays", algún "revirado", unos cuántos "fiestas", un par de "competitivos-guays", otro par de "competitivos-chungos", hasta media docena de "sapos", uno o dos "enteraos" y por desgracia sólo uno o dos "que saben".  

En todas las tiradas hay obligatoriamente un último grupo, "los pringaos", son aquellos que han robado horas a su familia, a su trabajo, a su vida para poder estar en el monte, desbrozando, midiendo, preparando y organizando el evento, siempre con la intención de hacerlo bien, aunque saben que siempre habrá errores. Aguantarán sol, calor, fatiga y esfuerzo, escucharán sugerencias variadas, exigencias múltiples y gracias a dios, recibirán como mayor contraprestación el reconocimiento de la mayor parte de los que participamos en las tiradas.

A ellos siempre gracias.

 
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